La reforma laboral del 2019 implica un cambio en el modelo que norma las relaciones laborales en México y tiene la posibilidad, si no hay simulación y con la participación activa, consciente y libre de las y los trabajadores y del sindicalismo auténtico, independiente y democrático, de garantizar finalmente que se ejerzan y respeten los derechos humanos laborales básicos en el país.
Los pilares sobre los que se cimentó la reforma de 2019 son: